Margarita Salas, una pionera de la ciencia española – La princesa Leonor estudiará bachillerato en Reino Unido

Antonio Carreon March 30, 2024Last Updated: March 30, 2024

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La científica asturiana fue la precursora de la biología molecular de nuestro país. El pasado 8 de marzo, Margarita Salas fue homenajeada por sus hallazgos con una moneda conmemorativa.

En el recién celebrado Día Internacional de la Mujer, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre reconoció la labor de Margarita Salas en el mundo de la ciencia con la creación de una moneda dedicada a la científica. La Real Casa de la Moneda continuó con una iniciativa que desarrolla desde el año 2021. Tras haber rememorado las figuras de Emilia Pardo Bazán, Clara Campoamor y María de Maeztu, este organismo dependiente del Ministerio de Hacienda decidió homenajear a Margarita Salas.

En su acto de presentación, se anunció la emisión de siete mil unidades de estas monedas de plata de ley, que tienen un valor de 10 euros. El precio de venta de la moneda es de 60 euros. En este acto, estuvo presente Lucía Viñuela Salas, hija de la científica y presidenta de la Fundación Margarita Salas.

Moneda conmemorativa de Margarita Salas | Fuente: X, @CSIC

¿Quién fue Margarita Salas?

En los últimos compases de la Guerra Civil (1938), nació Margarita Salas, la segunda hija de Margarita Falgueras (maestra) y José Salas (psiquiatra). Los padres de esta familia procedente de la parroquia asturiana de Canero fomentaron que sus tres hijos estudiasen una carrera universitaria. No obstante, por aquel entonces, no era habitual que mujeres como Margarita Salas acabasen completando una formación superior.

Ingresó en la Facultad de Químicas de la Universidad Complutense de Madrid. Allí, conoció a Severo Ochoa, que acabó siendo su principal mentor. El ganador del Premio Nobel influenció en gran medida a Margarita Salas para que la científica acabase desarrollando múltiples investigaciones en el campo de la bioquímica. En esta universidad, también completó su doctorado en Bioquímica y conoció a otra persona crucial en su vida, Eladio Viñuela. Ambos acabaron casándose y su matrimonio duró 36 años.

Tras completar su tesis doctoral en el laboratorio de Alberto Sols, Margarita Salas puso rumbo a Estados Unidos en 1964. Trabajó como investigadora en la Universidad de Nueva York junto a Severo Ochoa. Ella misma afirma en una entrevista para el periódico La Nueva España que esa fue una muy buena etapa de su vida. “Y lo fue tanto desde el punto de vista científico y de trabajo, como desde el punto de vista cultural”, declaró Margarita Salas.

Su mayor hallazgo

En 1967, Margarita Salas y Eladio Viñuela vuelven a España para trabajar en el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). A partir de entonces, la bioquímica asturiana comenzó a desarrollar una rama del saber desconocida en nuestro país, la biología molecular.

Margarita Salas y Eduardo Viñuela | Fuente: Fundación Margarita Salas

El principal hito de Margarita Salas fue el hallazgo de la ADN polimerasa en el virus fago Φ29. Gracias a este descubrimiento, se aumentó de forma espectacular la capacidad para amplificar el ADN y se logró producir copias genéticas precisas con una gota de sangre. La patente de esta polimerasa es la que más ingresos ha generado al CSIC en su historia (más de seis millones de euros hasta el 2009) y sus aplicaciones son muy útiles para la biotecnología, medicina forense o genética molecular. Incluso, en 2020, la ADN polimerasa fue empleada por el CSIC y el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas) para el desarrollo de un dispositivo portátil capaz de detectar la COVID-19.

Salas se dedicó a investigar sobre el virus fago Φ29 hasta su fallecimiento en noviembre de 2019. Además, realizó más de 350 publicaciones científicas, fue titular de ocho patentes y participó en más de 400 ponencias. Su labor en la enseñanza fue notable, destacando su papel como profesora en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, el centro de investigación mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid. También fue maestra de prestigiosas científicas como María Blasco, Marisol Soengas o Cristina Garmendia, que fue ministra de Ciencia e Innovación en el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Una auténtica pionera

Aunque Margarita Salas completó sus estudios en Bioquímica en la Universidad Complutense, el contexto social de la época no era favorecedor para aquellas mujeres que deseaban completar una carrera universitaria. La amplia mayoría de familias descartaba esa posibilidad y las mujeres eran concebidas como cuidadoras del hogar y de sus hijos. De hecho, entre 1882 y 1910, el Consejo de Ministros debía autorizar la matriculación de las mujeres a una carrera universitaria. Esto provocó que, en esos 28 años, solo 36 mujeres pudiesen completar sus estudios universitarios.

En 1962, el porcentaje de mujeres en el alumnado universitario no superaba el 20%. Sin embargo, a partir de 1988, las universidades españolas cuentan con más mujeres que hombres entre sus estudiantes. Según un informe elaborado en 2022 por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, el 55,7% de los alumnos universitarios son mujeres. Destaca su presencia en ramas como la educación (77,9% de alumnas), salud y servicios sociales (71,8%) o ciencias sociales, periodismo y documentación (62,5%). En cambio, sectores como la informática (solo un 13,4% de alumnas) o ingeniería, industria y construcción (29,1%) siguen estando ampliamente masculinizados.

A pesar de su indudable éxito como científica, Margarita Salas era ninguneada por muchos compañeros de profesión que preferían dirigirse a su marido Eladio Viñuela. “Yo era ‘la mujer de Eladio’. Supe lo que era ser discriminada. Era como si no existiese, yo no pintaba nada”, relataba Margarita Salas en una entrevista en Jot Down. Incluso, Alberto Sols (director de su tesis doctoral) reconoció que, en sus primeros trabajos juntos, le encargaba a Margarita Salas la realización de tareas más sencillas por el hecho de ser mujer.

El machismo presente en el mundo de la ciencia no impidió a Margarita Salas ser una pionera. En 2007, la bióloga asturiana fue la primera mujer española que ingresó en la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. También fue la primera mujer presidenta del Instituto de España (entre 1995 y 2019), la primera científica que ocupó un sillón de la Real Academia Española (2003) o la primera mujer premiada con la Medalla Echegaray (2016). Margarita Salas es doctora honoris causa de hasta 12 universidades españolas. Incluso, Juan Carlos I otorgó a Margarita Salas el título de marquesa de Canero en 2008.

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