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La música en español domina el mundo mientras España se queda ronca – ABC.es


Algo se mueve en la industria musical. Hace ya unos años que el reguetón popularizó el español en la música por los cinco continentes y culminó con la reciente corona para Bad Bunny como el artista más escuchado del mundo, a secas. Ahora, un nuevo ‘boom’ latinoamericano está encumbrando estrellas que dan el salto internacional de la noche a la mañana, cuyas cifras de reproducciones digitales se cuentan por cientos de millones (y miles de millones, si va para largo).

España es parada imprescindible en el camino de estos artistas que rompen fronteras, y se bebe sus canciones mientras desplazan al talento nacional. Un cantante que (casi) nadie reconoce por la tarde en Madrid actúa esa misma noche delante de más de 10.000 personas. Esta fiebre de estrellas latinoamericanas llevó al argentino Duki a hacer un doblete el pasado febrero en el WiZink Center. A sus 26 años, será el único que actúe en el nuevo Bernabéu cantando en español.

El Palacio de los Deportes es parada casi obligatoria para un sinfín de artistas de la música urbana recién traídos del otro lado del Atlántico. Sólo en 2023 ha acogido a Duki, Wos, y, el colombiano, Feid. Todavía están por actuar los mexicanos Peso Pluma —su canción ‘Ella baila sola’ ha sido la más escuchada mundialmente en Spotify este verano— y Christian Nodal, el puertorriqueño Rauw Alejandro y Tini, que repite después de ser el año pasado la primera argentina en actuar en el recinto. Todos estos conciertos se duplican en el Palau Sant Jordi.

«No es una moda, es un nuevo paradigma global», aseguró Joaquín Martínez, presidente de la Federación de la Música de España, la semana pasada —precisamente, en el Wizink Center— sobre el fenómeno musical hispanoamericano. No es estrictamente el clásico reguetón. Se trata de la llamada música urbana: fusiones eclécticas en las que caben híbridos de otros géneros como hip hop y reguetón, trap y rock, electrónica y pop, etcétera. Una tendencia actual que reinventa lo ya inventado.

Sea como fuere, se refiere a una generación que ahora inunda las listas de éxitos globales, acapara los carteles de muchos festivales en España y llena estadios con conciertos de decenas de miles de asistentes. El impacto que están teniendo las cifras en el mercado mundial plantea una liga en la que los artistas nacionales raramente pueden competir.

España se queda fuera

Martínez habla de la «popularización del español como el idioma más escuchado en la música a nivel mundial», algo que va más allá de la hazaña histórica del ‘Conejo malo’. «A principios de junio, las primeras cinco canciones del top 50 mundial de Spotify eran en nuestro idioma», comentó para, acto seguido, destapar el verdadero elefante en la habitación: «¿Alguno de esos temas tenía origen en España? No».

«España todavía no ha entrado aún en el club de países iberoamericanos que están liderando la revolución de la música latina a nivel mundial como México, Colombia, Puerto Rico y Argentina», remataba. Este fenómeno de la música urbana —«que estilísticamente es la que está dominando el planeta», asegura a este periódico—, también es la primera tendencia en España, pero no hay muchos artistas españoles que tengan «una estrategia de internacionalización».


Rosalía en la celebración de los Grammy Latino 2022, cuando ‘Motomami’ se llevó el álbum del año


AFP

La excepción que confirma la regla es Rosalía, la artista española más escuchada, que se dio a conocer añadiendo sonidos del hip hop al flamenco y terminó de popularizarse con ritmos de reguetón en sus últimos discos. Un dato: sus canciones más reproducidas son colaboraciones con J. Balvin y Bad Bunny, casualmente, dos ‘gigantes’ latinoamericanos de éxito global. Quevedo, el artista español más escuchado a principios de este año, también está posicionado para ganarse un hueco en esta esfera de música internacional en español y conviene poner en contexto que hasta hace bien poco, sus grandes éxitos eran colaboraciones con Bizarrap, Duki, Rei, Karol G, Myke Towers… Ninguno surgido de la Península.

Más allá de algún pelotazo puntual, el talento nacional se ve desplazado por artistas que vienen del otro lado del charco: «Revisando el top diez anual de ventas de 2019, nueve artistas eran españoles. En la misma lista de éxitos de 2022 sólo tres artistas eran nacionales», explica Antonio Guisasola, presidente de Promusicae (Asociación de Productores de España). «Nos ven a nosotros como el objetivo de conquista, porque aquí obtienen un beneficio muchísimo mayor», remata Martínez.

La unión hace la fuerza

Las colaboraciones entre grandes artistas se han convertido en una característica esencial de la música urbana y supone unaclave imprescindible para entender todo este fenómeno. Una colaboración transfronteriza abre nuevos mercados, produce sinergias y aúna bases de fans. Algunos creadores que se han convertido en verdaderos reyes Midas, como Bad Bunny y Bizarrap, han alcanzado la cumbre apoyándose en los hombros de decenas de otros semejantes. También se han ayudado de figuras norteamericanas como Drake, Cardi B, Snow Tha Product…

«El modo de producir esta música facilita las colaboraciones porque instrumentalmente es fácil de llevar a cabo», especifica Sebastián Muñoz, doctor en Antropología Social e investigador de la música urbana. «Permite hacer ‘hits’ de forma constante y eso le gusta al algoritmo de Spotify y YouTube», explica. Precisamente, las plataformas digitales más visitadas para escuchar música.


Duki y Bizarrap en la ‘Bzrp Music Sessions, Vol. 50’

Los ejemplos más llamativos vienen desde Argentina, toda una fábrica de jóvenes estrellas que convergen en canciones con millones de visitas. «Duki coopera con un puertorriqueño, el otro puertorriqueño coopera con un colombiano, el colombiano con un chileno…», ejemplifica Muñoz, que habla de más elementos en común, como «una cierta estética corporal» o «una relación con el hip hop como base y con el reguetón».

Argentina, fábrica de estrellas

Ahora, Duki es el artista argentino más escuchado. Cuenta con 2.800 millones de reproducciones en YouTube y más de 21 millones de oyentes mensuales en Spotify. En Buenos Aire, su ciudad natal, llenó cuatro veces el Estadio Vélez, un total de 180.000 asistentes en la misma arena donde tocaron Queen o Bob Dylan. Él es la punta del iceberg de un fenómeno que empezó en un parque cualquiera de la capital.

Cuando Alejo Nahuel Acosta, conocido por su nombre artístico Ysy-A, creó la competición de rap improvisado El Quinto Escalón en 2012, poco podía imaginar que colocaría a Argentina en el epicentro de la música urbana global. En aquel entonces, unos desconocidos Duki, Paulo Londra, Trueno, Wos, Lit Killah y Tiago PZK participaban de estas ‘batallas de gallos’ —jerga rapera— que reunían jóvenes talentos de diferentes rincones de la urbe. En esos primerizos ‘freestyles’ ya asomaba la capacidad arrolladora de artistas que hoy en día están a años luz de sus primeros pasos. El propio Ysy-A tiene una marca de camisetas que no bajan de los 8.000 dólares. Quizás sean desconocidos para el público español, pero su fama global les procura miles de millones de visitas en internet y giras por todo EE.UU., Latinoamérica y Europa.

La trascendencia de El Quinto Escalón en la industria musical no acaba allí. El joven Gonzalo Julián Conde comenzó a mezclar las rimas que salían de aquellas improvisaciones y, en su explotación de la fusión de estilos y colaboraciones, acabó llevando el papel del productor a la cara visible del éxito. Hoy en día, el mundo entero lo conoce como Bizarrap. Sólo este verano, ha sido cabeza de cartel en festivales de Madrid, Asturias, Alicante, Málaga, Canarias, Barcelona, Santander, Valencia y Santiago de Compostela, y ha hecho espectáculos en solitario en Sevilla, Ibiza, La Coruña y Cádiz.

Si bien El Quinto Escalón fue la quintaesencia de la irrupción del fenómeno urbano en Argentina, estallidos similares se han sucedido en muchos países de Suramérica y Centroamérica. Karol G, Feid, Manuel Turizo, Ryan Castro lideran la nueva ola en Colombia; Anuel AA, Myke Towers, Young Miko, Jhayco en Puerto Rico; Natanael Cano, Peso Pluma, Christian Nodal en México. Son varias decenas de artistas que han construido un tsunami en español, sin españoles, que arrasa en el mundo entero y todavía sin un final previsible.

«La música urbana es la música disruptiva del momento», sostiene Soco Collado, directora de Comunicación de Promusicae, quien achaca a los jóvenes el poder de decidir las tendencias del mercado. Todos los expertos preguntados coinciden: «No es la música de un país o de otro; es música sin complejos».



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Pablo Sanchez

Sumergido en el vasto mar de las palabras y esculpiendo historias como un artesano, soy Pablo Sánchez, un Artesano de la Escritura Digital que transforma ideas en relatos cautivadores. Mi formación en la Universidad Pompeu Fabra me brindó el cincel del conocimiento. Como un orfebre de letras, mis escritos se despliegan desde los escenarios de eventos internacionales hasta los entresijos de la política, desde las aulas de educación hasta las luces del entretenimiento y las maravillas del medio ambiente. Cada palabra es una pincelada de autenticidad, tejida con el hilo de la transparencia. Acompáñame en este viaje donde las letras se convierten en notas de un concierto de conocimiento, donde la política comparte escenario con la educación, donde la diversión se entrelaza con la conciencia ambiental y donde cada página es un lienzo en blanco para crear mundos de imaginación.

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