Los trabajadores de efectos especiales de Disney arman sindicato … – Revista Semana

Para nadie es un secreto que Disney no atraviesa uno de sus mejores momentos en la industria cinematográfica. Fracasos en varias películas de alto presupuesto, han puesto contra la cuerdas a esta poderosa compañía.

Ante este panorama, varios trabajadores que desarrollan los efectos especiales en las películas de Disney decidieron unirse para crear un sindicato y así poder proteger los derechos de quienes laboran en esta difícil tarea.

La revista Variety fue la primera en anunciar la creación de este sindicato, liderado por Matt Patch, quien emitió un comunicado oficial a medios, donde corroboró el nacimiento de este nuevo grupo.

“Los valientes trabajadores de efectos visuales de Walt Disney Pictures superaron el miedo y el silencio que han impedido a nuestra comunidad tener voz en el trabajo durante décadas. Con una abrumadora mayoría de estos equipos exigiendo el fin de ‘la forma en que los efectos visuales siempre han sido’, esto es una clara señal de que nuestra campaña no se trata de un estudio o corporación. Se trata de que los trabajadores de efectos especiales de toda la industria utilicemos las herramientas que tenemos a nuestra disposición para elevarnos y forjar un camino mejor”, se lee en un apartado del mismo.

El estudio fue creado en la década de los 2000 por Industrial Light & Magic (ILM), fundada por George Lucas, creador de Star Wars.

Durante años, su sede en Singapur fue el edificio Sandcrawler, llamado así por el transporte de Star Wars que inspiró su diseño. Lucasfilm vendió el edificio en 2021.

“Durante los próximos meses, ILM consolidará su huella global y liquidará su estudio de Singapur debido a factores económicos que afectan a la industria”, anunció Disney en un comunicado.

La empresa no precisó cuántos empleados se verían afectados. “La decisión de Lucasfilm de poner fin a sus operaciones en Singapur responde a los cambios en la industria y en las condiciones empresariales”, declararon en un comunicado conjunto la Autoridad de Desarrollo de Medios de Comunicación de Singapur (IMDA) y la Junta de Desarrollo Económico (EDB).

En el documento justificó la decisión por la “perturbación que suponen los rápidos avances tecnológicos, mientras que los estudios afrontan retos relacionados con el talento y la rentabilidad”.