Crítica: “Gran Turismo: De jugador a corredor”, una emocionante y … – La Estatuilla

El mundo de los coches y las carreras ha sido retratado con gran efectividad en el cine pues en muchas ocasiones sus escenas evocan a las mismas sensaciones de tomar un volante en la vida real y uno de los productos que mejor lo ejemplifican es Gran Turismo: De jugador a corredor, dirigida por Neill Blomkamp, una película basada en una propiedad intelectual sobre videojuegos con emocionantes secuencias de acción y sobresaliente manufactura técnica que sin duda evocan a Ford v. Ferrari y se deslinda por completo de su hermana Need for Speed.
La historia está basada en las vivencias reales de Jann Mardenborough (interpretado por Archie Madekwe), un joven británico que pasó de jugar en su habitación juegos de carreras a participar de forma profesional en distintas competiciones, incluidas las 24 Horas de Le Mans en 2013. El camino no fue fácil, ya que tuvo que demostrarle a la industria del automovilismo que un jugador, mediante entrenamiento y compromiso, puede llegar a igualar en desempeño y capacidad a un corredor profesional.
Existe una mística en todo lo que rodea al mundo de las carreras y los coches, lo cual es probable que sea por la activación de hormonas que afectan de manera instantánea nuestro cerebro, y sin duda es mágico cuando un videojuego o una película pueden evocar algunas de esas sensaciones. Gran Turismo es una franquicia de videojuegos que desde su surgimiento en 1997 ha abogado por provocar una experiencia cercana a la realidad y ahora su adaptación fílmica realiza lo propio al enfocarse en la conjunción de una historia sencilla con una fotografía y banda sonora espectaculares.
Neill Blomkamp (Sector 9) hace uso de los numerosos recursos que el medio cinematográfico le brinda para asemejarse al videojuego en tomas aéreas que introducen cada carrera y tomas desde la perspectiva del jugador en la que el punto central es la parte trasera de los vehículos, al mismo tiempo que utiliza close up y cámaras lentas para enfatizar cada uno de los detalles de la acción dentro de las pistas. La fotografía de Jacques Jouffret (Joe Bell) junto a la música de Lorne Balfe (Tetris) y Andrew Kawczynski (El sorprendente Hombre Araña 2) crean una armonía especial debido a la emoción que ambos elementos logran generar en el espectador, tanto de melancolía en algunas interacciones entre los personajes, como de suspenso y excitación cuando los autos derrapan por los circuitos. Reconocimiento especial para la recreación del sonido de los motores, las llantas, el choque de metales y el accionar de los frenos.
Las actuaciones son otro de los aspectos sobresalientes de esta película. Archie Madekwe (Agente Stone), David Harbour (Noche de Paz) y Orlando Bloom (Carnival Row) logran una química interesante, pues sus personajes se complementan y se apoyan pese a los distintos intereses que cada uno tiene: Danny Moore (Bloom) es un ejecutivo de marketing de Nissan que busca a toda costa al corredor más apto, no solo a nivel deportivo, sino también de imagen; Jack Salter (Harbour) es el entrenador de conductores encargado de potenciar las habilidades de los aspirantes, entre ellos Mardenborough. Si bien no son desarrollados con gran detalle, sus interacciones son altamente disfrutables pues van desde la ironía y el sarcasmo hasta el melodrama visceral que potencian las secuencias climáticas.
Un punto que resulta conveniente es la constante aparición de marcas como Nissan y Playstation, las cuales tapizan con sus isotipos varios escenarios durante el metraje, sin embargo, no es tan descarada su presencia pues está justificada debido a que la cinta está basada en situaciones reales. Pero no hay duda que es un gran comercial para estas y otras marcas de autos.
Gran Turismo: De jugador a corredor no tiene desperdicio porque sus secuencias de acción son emocionantes y las interacciones entre los personajes son divertidas y emotivas. Los hiperbólicos elementos visuales y sonoros deben disfrutarse en pantalla grande.
“Gran Turismo: De jugador a corredor” ya está disponible en cines.